El baile flamenco por su intensidad requiere de una respiración que nos permita desde nuestra mente mantener la duración de nuestro ensayo y vencer las dificultades y el agotamiento de las coreografías.
También necesita una musculatura abdominal tonificada para conseguir equilibrio y elegancia, una cuidada columna vertebral para nuestros giros y quiebros y una potencia y fuerza en los movimientos para conseguir velocidad y armonía